
Con ello, D. Tomás adquiere una responsabilidad adicional a la que ya tenía, por lo que los feligreses haremos bien en rezar al Señor para que desempeñe su labor como en él es habitual, para que tenga la fuerza y luz del Espíritu en esta nueva misión.
Es un momento de satisfacción para la parroquia porque además este nombramiento sin duda contribuirá a un carisma, el de la Adoración Nocturna en nuestra parroquia y especialmente en toda la diócesis.
También debemos celebrar la confianza que nuestro obispo muestra en D. Tomás, lo cual habla del sacerdote a quien el mismo obispo ha encomendado nuestra parroquia.
Felicidades, pues, querido Tomás.
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