En 2008 arranca el cambio de sistema de financiación de la Iglesia. Así, de la asignación tributaria del 0,52% del IRPF que percibía hasta ahora se pasa al 0,7%, pero el Estado elimina la exención del IVA de la que disfrutaba la Iglesia en la adquisición de objetos destinados al culto, así como la dotación presupuestaria que garantizaba unas cantidades mínimas a la Iglesia Católica. El resto de ingresos de la Iglesia, entra por distintas vías de «autofinanciación». Entre esas vías de autofinanciación adquieren especial relevancia los donativos hechos por los fieles católicos en un ejercicio de responsabilidad y caridad cristiana.
Por tanto, con el nuevo modelo de financiación, la Iglesia Católica no recibe ni un sólo euro de alguien que no quiera contribuir con su aportación a su sustento.
Vamos a exponer a continuación algunos datos que muestran a las claras en qué emplea la Iglesia Católica española sus fondos y por tanto cuales son sus necesidades.
Según los datos aportados en un estudio de Confer la Iglesia católica dirige en España 84 hospitales; 69 ambulatorios y dispensarios; casi 900 hogares para ancianos, enfermos crónicos y discapacitados; 259 orfanatos de los que se benefician más de 26.000 niños y 151 consultorios familiares aparte de otros centros sociales y de caridad.
En total, son 4.492 centros en los que 1.877.446 personas se beneficiaron de la acción caritativa y social de la Iglesia en España durante el año 2005, el último del que se disponen datos. Se trata de una gigantesca obra en la que están involucrados miles de sacerdotes, religiosas y laicos voluntarios.
Si nos centramos en la diócesis de Córdoba, según datos aportados por nuestro obispado, los gastos ascienden a 7,3 millones de euros. Los dos capítulos más importantes fueron las obras de remozado de templos y casas parroquiales, así como las ayudas a entidades eclesiásticas y fundaciones (atención pastoral o ayuda social). En el primer caso, se invirtieron 2,1 millones y en el segundo, 1,5.
Con estas cuentas -dentro de las cuales no se incluyen entidades vinculadas a la Iglesia como Cáritas- hay que sustentar, entre otras cuestiones, 229 parroquias y, además, 200 templos; 274 sacerdotes; y los Seminarios Mayor y Menor de San Pelagio. Además, la diócesis tiene 207 instituciones o centros dependientes de la Iglesia en Córdoba dedicados a enfermos, marginados, etc., donde fueron atendidas 179.086 personas el pasado año.
Conviene señalar también que el sueldo medio de los sacerdotes ronda los 800 euros por estar disponibles las 24 horas del día y la remuneración de un obispo está en los 900 euros mensuales.
Después de conocer todos estos datos convendría reflexionar sobre ellos y si merece o no la pena marcar la X en la casilla correspondiente a la Iglesia Católica en nuestra declaración de I.R.P.F. Como ayuda recomiendo la lectura de un artículo de Santiago Martín publicado en el diario La Razón titulado “Los dineros de la Iglesia”.