El embrión, a pesar de contar con las indiscutibles características que permiten individualizarlo como un embrión humano, no es considerado miembro de nuestra especie, sino simple cosa (como los judíos) y por ello es susceptible de ser objeto de actos que no pueden realizarse sobre personas, sean éstos meras conductas, como el congelamiento o la muerte, o negocios jurídicos, como la donación. Al parecer, así como la mayoría de la sociedad alemana de tiempos del nazismo permaneció impertérrita ante la eliminación de miles de niños pequeños, la manipulación y exterminio de innumerables embriones no está generando hoy mucha reacción adversa en nuestras comunidades.
Ricardo D. Rabinovich-Berkman,
Catedrático universitario latinoamericano de Derecho, escritor y divulgador judío,
en su ensayo "¿Triunfó el nazismo? O de cómo y hasta qué punto sobrevive hoy la cosmovisión bioética del nacionalsocialismo"
Catedrático universitario latinoamericano de Derecho, escritor y divulgador judío,
en su ensayo "¿Triunfó el nazismo? O de cómo y hasta qué punto sobrevive hoy la cosmovisión bioética del nacionalsocialismo"
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