miércoles, 13 de octubre de 2010

¿La ciencia moderna excluye la existencia de Dios?

Con ocasión de la reciente publicación de su último libro, el científico británico Stephen Hawking afirma que la física moderna excluye la posibilidad de que Dios crease el universo, porque el Universo puede haber surgido del caos sólo por las leyes de la naturaleza.

Esta clase de afirmaciones son habituales y tan recurrentes que pese a no ser este un sitio web de explicación de la fe, sí que una de sus motivaciones es servir de base para la formación cristiana, por lo que modestamente con esta entrada intentaremos aportar una breve explicación con conceptos y expresiones sencillos de por qué lo que Hawking afirma es sólo sensacionalismo y no una argumentación fundada.

Antes de comenzar, un breve inciso para avisar de que esta explicación no contradice la teoría de la evolución, a la que la Iglesia no se opone.

La cuestión es sencilla: no hay lugar al debate porque la ciencia experimental o empírica no estudia la materia de la filosofía/teología y viceversa. La ciencia experimental estudia lo físico y la teología lo metafísico (materia más allá de lo físico). Es como si desde la teología se pretendiera explicar la fotosíntesis: no es su materia. Pretender demostrar la inexistencia de Dios desde la ciencia empírica parece absurdo, no es una herramienta capaz para ello porque Dios (un ser superior) trasciende lo físico. Como si con un microscopio intentásemos estudiar astronomía: la herramienta no se ha hecho para ello. En resumen, es abordable demostrar la existencia o no existencia de Dios desde la filosofía, pero nunca desde la física como Hawking afirma.

Cuando la Iglesia afirma que la fe y la razón coexisten y no se oponen no quiere decir que la fe se demuestre científicamente, sino que la fe, la existencia de Dios, lo trascendente, es racional/razonable, es decir, que se puede comprender usando la razón y la lógica humanas, que no supera esas capacidades humanas. PERO si se pretende estudiar profunda y seriamente el hecho de Dios, del ser supremo, ha de ser a través de la metafísica, no desde las ciencias físicas exclusivamente.

La Iglesia afirma que el estudio que la ciencia empírica hace de la realidad perceptible por los sentidos es bueno y COMPLEMENTARIO a la visión de la realidad que nos ofrece la fe, y esa otra visión es la realidad trascendente, la metafísica. Ambas visiones, las de la fe y la ciencia, muestran LA MISMA realidad de un modo complementario, es decir, más completo, por eso la teología y el método científico son dos herramientas que conducen ambas a nuestra inteligencia a conocer la verdad. Nunca podrá la ciencia demostrar por qué y cómo Dios creó todo lo que existe; y a su vez la fe no explicará cómo se produce una reacción fotoquímica. Pero tanto la creación Divina como la fotosíntesis son reales, simplemente hay que estudiarlas con las herramientas apropiadas.

Concretando sólo un poco más, la ciencia empírica no puede explicar la existencia de un ser creador de todo lo que existe básicamente porque la creación del universo no significa lo mismo científicamente que teológicamente.
  • Científicamente alude a cuál es el momento en el tiempo, el lugar en el espacio y la materia o masa afectada con que comenzó a existir todo lo que conocemos por los sentidos y eso, matemáticamente, podría -hipotéticamente aún- explicarse sin necesidad de un ser creador. "Universo" además se refiere a lo que podemos percibir con nuestros sentidos y/o tecnología o investigación teórica, es todo lo tangible.
  • Teológicamente sin embargo, la creación del universo alude al momento en el que desde la nada, un ser crea todo lo existente, algo que está fuera de las capacidades de cualquier entidad contingente (que nos pasan cosas) puesto que cuando un hombre crea algo, cuando un proceso físico (un volcán, una estrella) crea algo, siempre lo hace a partir de una materia física previa, y la diferencia es que cuando ese ser superior crea lo existente, lo hace desde la nada (que no es el vacío, sino la no-existencia). Esa potencia o capacidad no es propia de un ser contingente como es el ser humano, y obviamente no es materia de ciencia física sino de estudio filosófico. Complementariamente, "Universo" en clave filosófica incluye el universo físico, pero también el que no es físico, como por ejemplo el cielo, el infierno, las almas, los ángeles, más aquellos "lugares" y "entidades" más allá del universo científico anteriormente descrito que los hombres incluso ignoramos que existan.
"La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad." Fides et Ratio - JPII

Para ampliar información sobre esta cuestión, es recomendable atenerse a la "Fides et Ratio" en primer lugar, y desde aquí recomendamos estas fuentes:

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